HARVARD Faculty of Arts and Sciences

Itzel Vasquez-Rodriguez acaba de graduarse en Sociología en la Universidad de Harvard, con mención en Economía y Español. Proviene de Lakewood, una ciudad de 80.000 habitantes en el sur de Los Ángeles, California, en la que más del 30% de la población es latina. En 2016, Itzel logró una de las becas que el Observatorio Cervantes en la Universidad de Harvard ofrece para investigar cuestiones relacionadas con la población hispana en el Comité de Etnicidad, Migración y Derechos (EMR) en la Universidad de Harvard.

«Soy una chicana del sur de California, así que siempre he llevado los Estudios Latinos en la sangre. Llegué a la Universidad segura de que quería trabajar en Estudios Chicanos y Latinos. Siempre sentí que en mi educación había una falta de información sobre la experiencia latina en los Estados Unidos (y sobre la gente de color en general) y, como consecuencia, mi curiosidad sobre los Estudios Latinos fue aumentando».

No había duda de que alguien con una conexión tan fuerte con los Estudios Latinos acabaría trabajando en EMR. «Me uní a EMR durante mi segundo año porque quería aprender más sobre los estudios étnicos en Harvard y presionar a la administración para que desarrolle más trabajos y recursos en esta área». EMR es un comité permanente en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard, enfocado en las áreas de etnicidad, migración, indigenismo y derechos humanos. Tiene entre sus cometidos expandir la oferta sobre comunidades étnicas en los Estados Unidos, con particular atención a los asuntos latinos, asiático-americanos y nativos americanos. El Observatorio del Instituto Cervantes colabora con el Comité desde 2014, entre otras cosas, financiando becas para la trabajos de investigación sobre asuntos hispanos. Itzel obtuvo una de estas becas en 2016 para investigar sobre el calentamiento global y los efectos de la sequía en la población latina.

«Hace alrededor de dos años encontré un artículo en el que la NASA informaba de que California solo tenía agua para un año. Me asusté y comencé a investigar en Google frenéticamente. Descubrí que hay ciudades que no están lejos de la mía en las que la gente no tiene agua. Quería aprender más y descubrir cómo viven sin agua», explica Itzel.

Para su investigación, llevó a cabo observación participante y realizó 60 entrevistas en agosto de 2016 en una pequeña área no incorporada, East Porterville, en California Central Valle. «Se conoce East Porterville como la 'zona cero' de la sequía en California, porque un tercio de sus alrededor de 7.000 residentes se quedaron sin agua en 2016. Es una ciudad predominantemente latina, sobre todo méxico-americana, y la mayoría de los residentes son granjeros o trabajadores agrícolas. Hablé tanto con residentes como con informantes clave, expertos cuyo trabajo gira en torno a la sequía en el área de Porterville».

Itzel descubrió que los residentes de East Porterville se quedaron sin agua y tuvieron que hacer frente a retrasos a la hora de conseguir ayuda «porque viven en un área no incorporada, lugares que no son ciudades y que por lo tanto son administrados por el condado. En este caso, el hecho de ser una zona no incorporada es desastroso, porque significa que East Porterville no tiene representación institucional (un concejal) y cuenta con una infraestructura muy pobre, por ejemplo, no tiene alumbrado en las calles o sistema municipal de agua. Esto hay que unirlo a que East Porterville es una zona desfavorecida, donde mucha gente vive bajo el umbral de la pobreza y es indocumentada. Por tanto, lo que mi investigación apunta es que ser una zona no incorporada supone otra desventaja a la que no estamos prestando atención cuando analizamos desastres como la sequía».

¿Se ve especialmente afectada la población latina por los efectos del calentamiento global? «Mi trabajo establece que aunque la sequía afecta a todo el mundo, la gente pobre de color que vive en zonas no incorporadas como East Porterville es la que tiene menor protección contra estas catástrofes. Por tanto, no es que la población latina como tal esté especialmente afectada por el cambio climático, sino que son el grupo que tiene menor protección contra el cambio climático».

Itzel está muy satisfecha con su investigación. «Investigar sobre los problemas que provoca el cambio climático en mi estado de origen es increíblemente gratificante. Además, el hecho de realizar este proyecto en una comunidad predominantemente latina lo convirtió en una experiencia muy personal y mucho transformadora».

A Itzel le gustaría continuar trabajando en el mismo tema en el futuro. «Aún hay mucho trabajo que hacer en esta materia. Los asuntos relacionados con el agua siempre serán importantes en California y quiero intentar mejorar la situación en estas comunidades que tanto me importan».