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22/09/2017

El español estadounidense a debate en Harvard

Los expertos inciden en la dificultad de definir esta variedad y en la necesidad de mejorar las actitudes hacia la lengua en los Estados Unidos

 

Javier Ramia de Cap Espinosa

CAMBRIDGE, 21 de septiembre de 2017. El español estadounidense disfruta de una buena situación en el presente y tiene un futuro prometedor. Sin embargo, para que esas expectativas se concreten, debe hacer frente a retos como el cambio de actitudes hacia esta lengua en los Estados Unidos.

La mesa redonda sobre el español estadounidense organizada por el Observatorio del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard contó con la participación de Carmen Silva-Corvalán (University of Southern California); Ricardo Otheguy (The City University of New York, CUNY); Gerardo Piña-Rosales (CUNY, Academia Norteamericana de la Lengua Española, ANLE); Domnita Dumitrescu (California State University, ANLE); Andrew Lynch (University of Miami); María Luisa Parra (Harvard University); Jorge Covarrubias (ANLE) y Francisco Moreno-Fernández como moderador (Instituto Cervantes).

El debate analizó el español de los Estados Unidos desde tres perspectivas: su definición, su situación actual y su futuro en el país. Los diferentes ámbitos de trabajo de los participantes permitieron abordar estas cuestiones desde diferentes perspectivas, como la sociolingüística, la pragmática, la educativa, la creativa e incluso la periodística.

Los ponentes destacaron la dificultad de definir el español estadounidense y la necesidad de contar con una norma de referencia con fines educativos o periodísticos, por ejemplo. Se afirmó que la influencia del inglés es un factor esencial y determinante en la formación de ese español, al tiempo que resulta difícil hablar de una variedad propia de los Estados Unidos.

Al analizar la situación actual del español en los Estados Unidos, los participantes se refirieron a las dificultades y los numerosos retos a los que se enfrenta. A pesar de ser hablado por alrededor del 14% de la población en el país, no está institucionalizado. La enseñanza es un factor fundamental para la integración de las culturas anglosajona e hispana, así como para la aceptación de un español estadounidense con «identidad propia»  respecto al español de América Latina o de España.

En el ámbito periodístico, existe preocupación por los problemas económicos que atraviesa el sector informativo en la actualidad y que también afecta a los medios de comunicación en español en los Estados Unidos. Por otra parte, se subrayó la necesidad de incluir el español en el mercado global, favoreciendo así su legitimación más allá del uso doméstico de la lengua.

Los participantes incidieron especialmente en la confusión que experimentan los inmigrantes de segunda generación con respecto a su lengua, ya que a menudo se enfrentan tanto a burlas y correcciones de la primera generación por las variaciones que han ido transformando su manera de expresarse en español.

El futuro del español estadounidense parece prometedor. Las proyecciones demográficas estiman un crecimiento potencial de la población hispana en las próximas décadas, lo que serviría de apoyo para su consolidación. Sin embargo, como subrayaron algunos de los participantes, es fundamental que la actitud hacia la lengua española y hacia los latinos en general cambie hacia su aprecio y valoración.

Los jóvenes hispanohablantes son fundamentales en ese futuro de la lengua y, por tanto, la educación es esencial. La formación de  profesores, la oferta de estudios bilingües o el estudio de la literatura hispana son campos de acción que ayudarían a facilitar el necesario cambio de actitud hacia el español en los Estados Unidos y fomentarían su desarrollo y consolidación.

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